Todo comenzó en un camión. Íbamos por esas carreteras sin asfaltar con este camión donde llevábamos la comida, las tiendas, los sacos, las maletas... |
Lo primero que vimos fue el desierto de Namibia, con las espectaculares dunas rojas. |
Más dunas. Se podía subir por ellas. |
Nunca he visto tantos amaneceres y atardeceres pero eran impresionantes. |
La Costa de los Esqueletos, al este de Namibia. Los barcos naufragan por la dureza de esta costa y sus restos quedan en la arena. Aquí una colonia de cormoranes. |
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Epupa Falls, unas cataratas en un bonito enclave. |
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Una representante de las tribus Himba, son nómadas que van en busca del agua. Las mujeres se adornan el cuerpo con barro que les protege frente a las picaduras de insectos. |
Animales de todo tipo, aquí una cebra que descubre que le estoy haciendo una foto. |
El sediento elefante. |
Dos leones "jugando". |
Las bonitas gacelas. |
La jirafa lo tiene más difícil para beber, tiene que recurrir a esta extraña postura para, doblando las patas, lograr alcanzar el agua. |
También un representante del reino vegetal, el baobab, todo un símbolo de esta zona. |
Otro bonito anochecer. |
Casi le pudimos meter la mano en la boca a este cocodrilo del Delta del Okawango. |
El Delta visto desde la avioneta que nos trasportó hasta allí. |
Y por fin las Cataratas Victoria, el colofón del viaje. |
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